Con respaldo reclinable, ligera y con ruedas para su fácil transporte. ¿Qué más se le puede pedir a una tumbona? Así es Tulum, una invitación al descanso con una estructura que fluye como las largas tardes de verano y un tejido fresco sobre el que uno se siente flotar.
/ Jorge Diego Etienne
Con respaldo reclinable, ligera y con ruedas para su fácil transporte. ¿Qué más se le puede pedir a una tumbona? Así es Tulum, una invitación al descanso con una estructura que fluye como las largas tardes de verano y un tejido fresco sobre el que uno se siente flotar.